sábado, 15 de junio de 2013

Quizá.

Me pregunto, si las preguntas que me hago, se deben a mi juventud; porque, todavía, estamos descubriendo un nuevo mundo.
No digo que, al crecer, nuestras dudas ya estén claras (quizá no debería hablar en plural, pero no debe ser sólo cosa mía), no. La vida siempre tendrá ese toque de misterio. Miles de preguntas, que conllevan miles de respuestas no encontradas. Pero, quizá, cuando comienzan las verdaderas responsabilidades de un adulto, no hay tiempo de pensar en algo así.
O, quizá, sea todo lo contrario. No puedo hablar sobre mentes que aún no entiendo. Si bien todas son diferentes y no se relaciona con la edad, creo poder hablar de pensamientos generales; ya que, en las diversas etapas, suelen parecerse.
Quizá, la manera extraña de prestarle atención al mundo, de un adolescente, sigue presente siempre. Sólo que, quizá, te acostumbrás a ello.
Como la gente ni se imagina lo que pasa por mi cabeza, yo tampoco puedo hacerlo. Pero, algunas veces, creo que no todos piensan a menudo en este tipo de observaciones.
Me hace sentir todo lo que me rodea, muy raro. A veces hace que me deprima, o que me frustre (¿Muy sensible?). Pero, al mismo tiempo, me gusta este tipo de curiosidad. Porque, repito, no creo que esté en todos; pero, claro, no puedo saber eso.
Entonces, si es como mi primera "afirmación" (que, al crecer, todos estos pensamientos se vuelven más cuadrados), no quiero llegar. No quiero que me pase; ojala mantenga lo que intento hacer de una mente abierta.
Pero es que, ¿Notaron esto? Aquellos pensamientos no están de niño. Te interesan otras cosas. Después, comienzan las preguntas; ves el mundo diferente. Lejano y extraño. Y, quizás, esto le saca algo de color a tu vida, ¿Cómo se puede estar tan tranquilo con tanta pregunta revoloteando por tu cabeza?
Y, a lo que iba es, tus pensamientos cambian constantemente, sin que te des cuenta, ¿Cuándo lo notás? En las noches como éstas. Tranquilas, solitarias, ¿Deprimentes? Sin nadie que hablar. Sólo vos, tu pluma y tu papel.
¿Y a qué vendrá esto? Quizás es una declaración de que le temo al futuro. Ya no quiero más cambios; pero no se pueden evitar. Y, aunque no siempre son malos, cuesta experimentarlos, ¿Cuántos más habrá? Quién sabe. Quizá falten muchos. Quizá termine acá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario