Mundos de palabras.

Son sólo libros ¿Son sólo libros? Son puertas a nuevos mundos, nuevas vidas, nuevos conocimientos, nuevas mentes. 

Con cada uno, incluso si son historias fantásticas, te llevás una forma nueva de ver las cosas. Si te tomás el tiempo de analizar una historia que nunca existió, vas a encontrar diversas cosas de la realidad, en diversos mensajes ocultos tras una fantasía para entretener. Cada personaje y su mundo se crea a través de los conocimientos de quien escribe y son el reflejo de sus pensamientos sobre lo que lo rodea. Es un viaje dentro de la mente de otra persona. Persona hablando sobre una realidad; persona enseñando; persona creando personajes; personas que te dejan descubrir sus pensamientos. 

Es otra manera realmente fantástica de llegar a la gente. Una de la cual me gustaría ser parte.

Me inclino mucho hacia los libros juveniles que te llevan a conocer una gran imaginación. Me encanta meterme en sus mundos y, por más raro que sea, encariñarme con sus personajes. Los siento de una manera que no cualquiera entendería... esos personajes cobran vida en mi cabeza. Están ahí, desarrollándose, creciendo, a medida que me dejo entrar más y más en sus mundos.

Disfruto mucho desconectarme de la realidad mediante estos mundos de palabras. Me encanta pensar en ellos cuando no los leo, la ansiedad de seguir conociendo más acerca. Sentir su tristeza, su felicidad, sus maneras de pensar.

Es realmente, díganme... ¿Exagerada?, fantástico.

Sinceramente, no sé qué haría sin ésta distracción. Les debo a cada uno muchas maneras de pensar, analizar, expresarme, crecer, madurar. No sé qué haría sin esto, ya que con el tiempo me ayudó a darme cuenta, después de estar tan confundida e indecisa, lo que quiero para mi vida.

Moverse.

Me di cuenta que no es alguna clase de depresión y tristeza, sino aburrimiento y cansancio. No soporto que cada cosa que haga y tenga se convierta en rutina. Necesito moverme; estoy sofocada. Quiero salir de acá.
Quiero ser mayor, ese momento en que ya nadie puede reclamarte cosas porque al fin estás decidiendo qué hacer para tu vida. Dejar atrás las cosas que nunca pude y empezar, no nada más una vida diferente, sino exceso de cambios y cosas nuevas.
Moverme, viajar, conocer cosas, gente, lugares, todo... nuevo. Y lo más importante, repito, moverme. 
Acostumbrarme a algo me estresa, me cansa, no me motiva. Estoy cansada.
El simple hecho de subirme a un auto e ir al lugar mas simple de todos, me gusta y emociona. Porque es salir de todo esto y conocer, por más simple que sea, un lugar en el que nunca estuve antes.
Lo nuevo me emociona y, después de un tiempo, lo necesito.
Y he aquí todo lo que quiero para mí... voy a sentirme realmente a gusto cuando pueda hacer lo que sea necesario para levantarme y dejar todo. Si lo único que quiero a mi lado me apoya, no creo que realmente me importe al fin vivir mi vida.

Quiero.

Aunque no sea común en mí, quiero correr,
Quiero correr lo más rápido que pueda;
Y gritar,
Y llorar.
Quiero llorar,
Quiero llorar lo más fuerte que pueda;
Sin tener que apagar mis sollozos.
Quiero llorar y que se escuche.
Porque tengo que hacerlo en silencio,
Provocando que mi pecho sienta más presión aún;
Y así, ni siquiera llorando,
Puedo descargarme.
Quiero sentirme libre.