domingo, 20 de octubre de 2013

Moverse.

Me di cuenta que no es alguna clase de depresión y tristeza, sino aburrimiento y cansancio. No soporto que cada cosa que haga y tenga se convierta en rutina. Necesito moverme; estoy sofocada. Quiero salir de acá.
Quiero ser mayor, ese momento en que ya nadie puede reclamarte cosas porque al fin estás decidiendo qué hacer para tu vida. Dejar atrás las cosas que nunca pude y empezar, no nada más una vida diferente, sino exceso de cambios y cosas nuevas.
Moverme, viajar, conocer cosas, gente, lugares, todo... nuevo. Y lo más importante, repito, moverme. 
Acostumbrarme a algo me estresa, me cansa, no me motiva. Estoy cansada.
El simple hecho de subirme a un auto e ir al lugar mas simple de todos, me gusta y emociona. Porque es salir de todo esto y conocer, por más simple que sea, un lugar en el que nunca estuve antes.
Lo nuevo me emociona y, después de un tiempo, lo necesito.
Y he aquí todo lo que quiero para mí... voy a sentirme realmente a gusto cuando pueda hacer lo que sea necesario para levantarme y dejar todo. Si lo único que quiero a mi lado me apoya, no creo que realmente me importe al fin vivir mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario